Impulsividad y ácidos grasos esenciales en el juego patológico

Abstract

Existen varios estudios que han intentado analizar el papel de los ácidos grasos esenciales en el funcionamiento cerebral, encontrando hasta la fecha una base biológica para anticipar un posible papel de los mismos en la etiopatogenia de las enfermedades mentales (Vaddadi, 2006) y entre ellas los trastornos caracterizados por la impulsividad como es el caso del juego patológico y las adicciones en general.Con este estudio, se desea incidir en la necesidad de desarrollar nuevas investigaciones que puedan esclarecer una posible asociación entre los ácidos grados y el juego patológico que además ya es considerado como modelo de adicción sin sustancia (DSM-5). De esta forma, se pretende dar lugar tanto a la formulación de hipótesis etiopatogénicas, como a la propuesta de medidas preventivas, tal como sugieren estudios preliminares en los que suplementos de ácidos grasos resultaron en una mejoría de marcadores de conducta impulsiva (Garland & Hallahan, 2006); advirtiendo finalmente, que quizás el beneficio de suplementación, podría diferir según el perfil de cada individuo.En este sentido, y en la misma línea sugerida por autores como Blaszcynsky y Nower (2006), en este trabajo se pretende valorar la existencia de subtipos de jugadores patológicos según la impulsividad, estudiando el impacto que puede suponer esta característica en la presentación clínica, pronóstico y tratamiento del juego patológico. Así, el principal objetivo de esta tesis es conocer si existe una asociación entre los ácidos grasos y la impulsividad evaluada por la Escala de Barratt (BIS-11) y la gravedad del juego patológico, según la South Oaks Gambling Screen (SOGS) o los criterios diagnósticos DSM-IV. El segundo objetivo es evidenciar la existencia de diferencias clínicas y pronósticas, en función de la impulsividad de los jugadores patológicos.Para ello se estudió una muestra de cincuenta y cinco pacientes varones, mayores de edad, con diagnóstico de juego patológico según los criterios DSM IV-TR, que fueron atendidos en la Unidad de Ludopatía del Hospital Ramón y Cajal. A todos los que aceptaron participar en el estudio mediante firma de consentimiento informado se les administró una entrevista cínica estructurada orientada a recoger datos sociodemográficos, historia de juego y dieta, junto con una serie de instrumentos de evaluación de la gravedad del juego (SOGS), de la impulsividad (BIS-11), comorbilidad psiquiátrica (SCID-I y II, HDRS y HARS) y dimensiones de personalidad (TCI-R). Los resultados lograron evidenciar una relación estadísticamente significativa entre algunos valores de los ácidos grasos poliinsaturados y la impulsividad y gravedad del juego patológico. Así, los ludópatas más impulsivos presentan una mayor composición porcentual de EPA en membrana de eritrocito que el grupo menos impulsivo y un menor valor del cociente AA/EPA y del cociente AA/DHA en membrana de eritrocito que el grupo menos impulsivo. Asimismo, los ludópatas más graves según la SOGS presentan una mayor composición porcentual plasmática de EPA y DHA y un menor valor del cociente omega-6/omega-3 que los menos graves. Asimismo, se objetivaron diferencias estadísticamente significativas tanto a nivel clínico como pronóstico, entre los jugadores patológicos más y menos impulsivos. Así, el grupo de jugadores patológicos más impulsivos tiene mayor gravedad, mayor afectación del área social y laboral, más problemas legales, más presencia de familiares con problemas de juego patológico y más psicopatología comórbida que el grupo menos impulsivo.