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dc.contributor.authorDíez Prados, Mercedes 
dc.date.accessioned2007-10-02T10:22:29Z
dc.date.available2007-10-02T10:22:29Z
dc.date.issued1998
dc.identifier.bibliographicCitationEncuentro: revista de investigación e innovación en la clase de idiomas, 1998, n.10, p. 53-63. ISSN 1130-7021
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10017/934
dc.description.abstractA la hora de aprender un idioma es necesario conocer no sólo sus reglas gramaticales sino que, a su vez, es imprescindible saber cómo usarlo apropiadamente en términos pragmáticos. Por muy correcto que sea un mensaje elaborado en el idioma extranjero, nuestros alumnos se enfrentarán con una barrera comunicativa si éste es pragmáticamente inapropiado. Los errores pragmáticos pueden ser mucho más embarazosos que los gramaticales y a menudo son inexcusables para los hablantes nativos ya que se achacan a la personalidad o actitud del hablante no nativo. Esto se debe a que este tipo de errores no denotan en apariencia una falta de conocimiento del idioma, como es el caso de los errores gramaticales. A pesar de todo ello, los métodos para la enseñanza del inglés cumplen su cometido al entrenar a nuestros alumnos en la formación y uso de la gramática de la lengua mientras que se descuida, o incluso ignora, el uso pragmático de la misma, incluso en algunos métodos que se autodenominan comunicativos. Este artículo, en su primera parte, hace mención a una serie de investigaciones llevadas a cabo en el campo de la pragmática y sus aplicaciones en la enseñanza del inglés. Estos estudios se centran en la violación por parte de los hablantes no nativos de la Máxima de Cantidad propuesta por Grice y el «fracaso pragmático» que ello conlleva. La segunda parte del artículo presenta los resultados de un experimento realizado con hablantes no nativos de inglés y sus posibles implicaciones para la enseñanza del inglés y el diseño de materiales que sean sensibles a la pragmática.en
dc.description.abstractWhen leaming a language, it is necessary not only to leam how to use it accurately (i.e with grammatical accuracy), but also to leam how to use it appropriately (i.e. with pragmatic appropriacy). No matter how grammatícally correct a stretch of language may be, our students will face a communicative barrier if their message is pragmatically inappropriate. Pragmatic errors can be far more embarrassing than grammatical ones and are less excusable on the part of native speakers: the leamer's personality or attitude could be misjudged as this type of errors do not apparently denote lack of linguistic knowledge. However, most teaching methods do a fine job in training our students in the grammatical usage of the language, whereas the pragmatic use is very often neglected or, simply, ignored, even in the case of some socalled communicative materials. This paper reviews, in a first part, research done in the field of pragmatics and their practical applications in the discipline of language teaching. The studies revised focus on the violation by non-native speakers of Grice's Maxim of Quantity and the pragmatic failure that arises as a consequence. The second part of the paper presents the results of an experiment carried out with non-native speakers of English and the implications that this could have both for teaching English and for designing materials that are sensitive to pragmatics.
dc.format.mimetypeapplication/pdfen
dc.language.isoengen
dc.publisherUniversidad de Alcalá. Servicio de Publicaciones
dc.title"Say Enough, but no More" : pragmatics to the aid of language teachingen
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/articleen
dc.subject.ecienciaHumanidades
dc.subject.ecienciaHumanities
dc.subject.ecienciaFilología hispánica
dc.subject.ecienciaSpanish philology
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccessen


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