Show simple item record

dc.contributor.advisorMoral Roncal, Antonio Manuel 
dc.contributor.advisorLlull Peñalba, Josué 
dc.contributor.authorCortijo Artiaga, Pablo 
dc.date.accessioned2020-05-21T07:11:07Z
dc.date.available2020-05-21T07:11:07Z
dc.date.issued2019
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10017/42856
dc.description.abstractNuestra tesis se ha centrado entre el periodo de la proclamación de la Segunda República (1931) y el primer franquismo (década de los cincuenta) en la ciudad de Cuenca. Una de las principales características que encontramos en esta época es el problema de la cuestión religiosa, fruto de las primeras medidas del nuevo régimen republicano, es decir, la separación Iglesia-Estado. Pues a los pocos días de la proclamación, las revueltas de trabajadores en el primer día de mayo provocaron otro fenómeno para mayor crispación de la Iglesia: la quema de conventos, empezando en Madrid y extendiéndose por el Levante y Andalucía. Por estas líneas llegamos al centro de nuestro trabajo, Cuenca, ciudad que permaneció prácticamente en calma y ajena a todos estos acontecimientos que se vinieron sucediendo en el resto del país. No podemos descartar que no hubiera hechos aislados de concejales en contra de la Iglesia conquense, pero no llegaron al alcance de otras capitales. Sin embargo, tras las elecciones de febrero de 1936 y la llegada al poder del Frente Popular del estado de tranquilidad se pasó a los enfrentamientos. El más destacado fue el ataque al convento de los Padres Paúles en mayo de ese mismo año. El comienzo de la Guerra Civil trajo a Cuenca el odio y la muerte entre convecinos, destacando, en agosto, la del Obispo de la Diócesis Cruz Laplana y su secretario Fernando Español, brutalmente fusilados a las afueras de la ciudad. Pero no solo la muerte de personas, especialmente religiosas, sino que se acabó con la imaginería procesional que enriquecía la Semana Santa de Cuenca, famosa ya en aquellos años por su transcendencia turística. Se destruyeron iglesias enteras y con ellas su patrimonio artístico y religioso. El final de la guerra y el nuevo ideario nacionalcatolicista de Franco favoreció a la recuperación patrimonial religiosa, sobre todo de la imaginería procesional de la ciudad, hasta el punto de poder contar con obras de escultores de gran renombre en aquella época, como, por ejemplo, el conquense Luis Marco Pérez; Federico Coullaut-Valera, quien también trabajó para los círculos más cercanos del dictador; o José Capuz Mamano, entre otros. Gracias a la recuperación del patrimonio religioso, que con creces mejoró lo que existió antes de la guerra, la Semana Santa de Cuenca se declaró Fiesta de Interés Turístico Internacional. Pero también entran en valor otras características y peculiaridades por las que apostamos por la importancia de esta fiesta como manifestación de patrimonio inmaterial.es_ES
dc.format.mimetypeapplication/pdfen
dc.language.isospaen
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.subjectHistoria Locales_ES
dc.subjectHistoria Contemporáneaes_ES
dc.subjectHistoria del Artees_ES
dc.titleDestrucción y recuperación del patrimonio artístico y religioso de Cuenca {1931-1956)es_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesisen
dc.subject.ecienciaHistoriaes_ES
dc.subject.ecienciaHistoryen
dc.contributor.affiliationUniversidad de Alcalá. Departamento de Historia y Filosofíaes_ES
dc.contributor.affiliationUniversidad de Alcalá. Programa de Doctorado en Historia, Cultura y Pensamientoes_ES
dc.type.versioninfo:eu-repo/semantics/acceptedVersionen
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccessen


Files in this item

Thumbnail

This item appears in the following Collection(s)

Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional
Este ítem está sujeto a una licencia Creative Commons.